viernes, 26 de septiembre de 2008

En el "año de la corneta" por dos más tres


EN EL "AÑO DE LA CORNETA" POR DOS MÁS TRES
...........................................................................(carta / mini-relato)
.
En el "año de la corneta" por dos más tres (cinco minutos antes de la cuenta atrás) mi mejor amigo de la infancia partió (como otros tantos) y ninguno de los dos lograbamos imaginar siquiera un por qué, a ciencia cierta.

En aquel entonces comíamos letricas (galleticas de maría con esa forma), leíamos libros miniaturas con los cuentos de Andersen y Juan Ramón que él tenía muchos y variados (más por las historias y el encanto de las cosas pequeñas, que por la relevancia de los autores), y jugábamos con toda la pasión que engendraba cada etapa (ahora bolas -cónicas-, después trompos, papalotes -cometas-, patines, parchis, damas, criar pecesitos, cazar mariposas para colección: todos esos juegos que han desaparecido en pos del agresivo "ataris" electrónico).

Pues que, también, recibíamos el necesario responso de nuestros padres por los horarios idos a vuelo.

Con su familia (como otros tantos) partió, como la vida misma: tan llena de idas y pérdidas.

Hace cerca de tres años pasó de visita, junto a inesperado, una tarde (que volvió acunar el olvido).

Su apellido Picayo (debería recordar mejor) y, desde casi siempre, vivieron en Puerto Rico.

A él jamás se le olvidó el que, a los meses, en una de las tantas cartas que el valor y la nobleza de la infancia impulsa (de esas que fueron menguando con la divergencia traumática de los caminos, y de las que nunca llegaron respuestas) yo le envié un peso cubano como apoyo (evidentemente toda una fortuna desde nuestras estaturas).

Triste aun (y lo sigo estando), porque precisamente él (Marito, quién mejor) me ayudó a descubrir que me había creado un escudo natural como forma de supervivencia (aferrado, de a poco voy bloqueando inconscientemente la cara y los hechos, si estos marcan profundo y desaparecen, sin razón).

No recordaba ni su nombre, ni su rostro (creo que él se percató), ni ese detalle tan lleno de entrega y pasión.

Todo eso me recordaste Mercedes (precios injustos acapara la historia).

© JB (26.09.2008)

(
http://hispanoramaliterario2.ning.com/profile/MerbaPerez )